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viernes, 30 de agosto de 2013

Invierno

Vale, vale, vale. Ya se que un poco (muy) pronto para hablar de invierno, que todavía no se ha acabado el verano, ni siquiera han empezado las clases y que todaviiiiiia nos quedan los tres meses de otoño (que mayoritariamente se dividen en Septiembre: parte del verano. Octubre: otoño. Y Noviembre: invierno.). Pero ¿es qué soy la única que está hasta las narices ya del verano y del calor?
 Quiero que sea invierno, que haga frió, tener que llevar pantalones largos, faldas con medias, botas, chaquetas, bufandas calentitas y gorritos de punto.
Quiero mirar por la ventana y ver llover aunque sea flojito. Tener que llevar siempre en el bolso un paraguas por si llueve. O ver llover muy fuerte desde la puerta del balcón de mi casa y que de respirar cerca del cristal de la puerta se empañe y pueda escribir en el. Escuchar por la tele que las clases se han suspendido por las lluvias o que ha nevado en El Teide, para poder ir de ruta con los 4X4.
 Quiero poder estar tirada en el sillón envuelta en una manta con mi mejor amiga y mi familia, mientras vemos una peli y comemos palomitas o que mi madre llegue de trabajar y nos diga que nos abriguemos mientras ella prepara chocolate caliente y nos vayamos al monte a tomárnoslo mientras merendamos allí.
 Quiero que sea navidad y poner el árbol y decorarlo. Montar el belén y todo eso mientras escuchamos villancicos.
 Quiero estar nerviosa por los reyes y no saber que me van a regalar. Estar la víspera de reyes en casa de mis abuelos todos juntos. Mis padres, mi tía, mis hermanas, mis abuelos y yo. Y pedir una pizza y unas papas locas y vacilarnos los unos de los otros y ponernos a jugar a cualquier juego de mesa. Que nos manden a la cama a mi hermana pequeña y a mi y que mientras estemos intentando dormir escuchar a mi familia al otro lado de la puerta pidiéndose la cinta adhesiva y las tijeras. Que por la mañana nos despierten con el tintineo de una cuchara chocando con un vaso y salir corriendo al garaje a ver las pilas y pilas de regalos.Tener que esperar a mi otra tía y a mi primo por la mañana y desayunar todos juntos roscón de reyes, churros y chocolate caliente. Vestirnos después con la ropa que nos han regalado e ir a visitar al resto de los familiares a sus casas.
Quiero hacer postres a montones y diferentes todos. Pasarme las tardes metida en la cocina haciendo tartas, cupcakes, galletas y demás.
Tener los pies bajo las mantas en la cama y moverlos un poco y al notar el frió de la sabana volver a poner los pies en la parte calentita donde los tenias. Que estés acostada con tu mejor amiga o tu madre bajo las mantas y te pongan los pies fríos entre las piernas buscando calorcito y quejarte por eso y que os riáis.
Quiero todo esto y más. Y lo quiero AHORA.



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