Hay momentos en la vida en los que tus problemas dejan de importar para darle más importancia a los problemas de otros. Y no, no me refiero a que dejes de lado una discusión con una amiga por el hambre en el mundo. Me refiero a cuando tu estas mal, hecha polvo porque has tenido una discusión familiar y cuando hablas con tu mejor amiga y le preguntas como está, ella te dice que su madre esta en la UVI. En ese momento, te recompones, dejas de lado tus problemas y te centras en ella. Porque si, tu sigues teniendo un problema, pero sabes que tu familia esta bien, y que con el paso del tiempo esto se olvida, pero tu amiga, tu MEJOR amiga, está mal, muy mal en este momento, porque su madre, a la que le tienes muchísimo cariño, esta ingresada en la UVI con un trombo pulmonar y sin noticias de cuando la pasaran a planta.
Son esos momentos en los que te das cuenta de que hasta a las buenas personas les pasan cosas muy malas. Te das cuenta de que tus problemas son niñerías comparado con los de otras personas, y no personas lejanas a ti, sino personas con las que hablas todos los días y que ves una o dos veces por semana.
Estas cosas te hacen pensar. O por lo menos deberían hacerlo.
"Pueden que muchas cosas pasen mañana, pero por si solo tenemos hoy, quiero que sepas que te quiero."
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